Así no hay quien vigile el monte, no me puedo concentrar
Modo cine
Me ha salido un trabajo de temporada para vigilar el monte desde una caseta de observación. Mi jefa es una pesada, sube cada dos por tres y le tengo que dar lo que me pide, porque de no hacerlo dice que me pone en la calle rápidamente. Así que ahí voy, tres polvos cada ocho horas. No puedo más.