Criada, tráeme un café, que ya le pongo yo la leche
Modo cine
Hay que reconocer que la criada de la casa está bien buena, y hace lo necesario para complacer a su empleador. En este caso, se ha puesto un corpiño muy ceñido y ha dejado que a él se le dispare la imaginación. No te pierdas el final, ya que se lleva una corrida en la boca muy buena.