Rubia tatuada se come lo más parecido a una morcilla de Burgos
Modo cine
Ha tenido que conducir muchas horas para poder encontrarla, pero la recompensa ha merecido la pena. Su amigo el negrazo se ha encargado de ponerla bien fina, de comerle las tetas y de romperle el coño de manera contundente pero sin hacerle daño. Ella se ha quedado más que satisfecha, no es para menos.