Recibe su merecido al dar tantas señales, ¡el negro sí puede!
Modo cine
Cuando te dedicas a ir jugueteando y a dar señales de que estás cachonda como una perra puede pasar lo más lógico, que alguien te esté mirando y se ponga como una moto. En este caso el negro me enseña su encanto oculto, que ella no duda en comérselo, tanto por la boca como por el coñete.