No le entran los polinomios, pero a mí sí su polla
Modo cine
Ser profesora de una escuela de adultos es algo que tiene muchísimas ventajas, sobre todo, que te puedes follar a los alumnos que quieras sin rechistar. Además, como son todos una mancha de ceporros, me tratas mal y eso me pone todavía más cachonda. ¿A que mola lo guarra que soy?