Menudo recibimiento me ha dado mi joven vecina
Modo cine
Acabo de mudarme y la vecina ha llamado a mi puerta para presentarse. Solamente han bastado unos minutos para darme cuenta de lo que quería, irse a la cama, bien calentita con un buen rabo entre las piernas. La cabrona es una máquina de follar, como siga viviendo, aquí va a acabar conmigo.