La vecina jubilada me echa mano a la polla: ¿qué hago amigos?
Modo cine
Es una situación incómoda porque tienes que tomar una decisión en cuestión de segundos. Y es que la vecina jubilada, una vieja delgada y bastante chismosa, me invitó a su casa a tomar café y cuando me quise dar cuenta me estaba frotando el paquete con ojos de loba. Al final me pudo el vicio y la tuve que reventar el coño ...