La dueña del salón de belleza es una gorda folladora y facilona

Hay veces que a los clientes no les cobra, solo que les pide que le den mandanga de la buena, allí delante de todo el mundo. Es que es un poco viciosa y cerda, y se mete unas buenas sesiones de ñaca-ñaca con quien se deja, es muy facilona y guarra.