La camarera desea una buena polla mulata, y la consigue
Modo cine
El peaje a pagar ha sido el de follarse a un huésped del hotel, no ha parado de zorrear hasta conseguirlo y cuando se la ha podido meter en la boca ha alucinado en colores. Una buena recompensa, la de sentir que es penetrada por una tranca de considerables dimensiones.