¿Es el hospital genital? Hay un caso grave, que vaya la supervisora
Modo cine
Un paciente ha ingresado con 41 grados de fiebre y no se le baja, la pollina tampoco. Hay que aplicar una técnica de choque novedosa, pero que probablemente salve la vida del paciente. Solo la supervisora es capaz de ponerse manos a la obra y conseguirlo en menos de diez minutos.