Dos monjas muy zorras se hartan a comerse dos buenos rabos
Modo cine
Estas dos monjas son unas viciosas de narices y aceptan la invitación de los capellanes para pasar un buen rato en secreto en sus aposentos. No le pueden contar a nadie. Secreto máximo. A cambio tienen barra libre para comer toda la polla que quieran y cabalgar sin parar ...